miércoles, 19 de enero de 2011

Jorge Bucay - Las alas son para volar

¿Dependemos de Nosotros o de los Demás?

Generalmente vivimos o dejamos pasar nuestra vida en constantes arrebatos de confusiones acerca de lo que es o no es, de lo que debe ser o no debe ser y perdemos o invertimos mucho de nuestro valioso tiempo en elucubraciones que…ciertamente no nos ayudan a vivir lo que ciertamente nos corresponde.
Estimadas y estimados amigas y amigos, la vida es una sucursal de la “muerte” y contrariamente a esta; la primera nos brinda grandes oportunidades que en muchas ocasiones desperdiciamos sin percatarnos de que, si estamos en este mundo es porque se nos concedió ese beneficio para que vivamos todo, absolutamente todo lo que nos corresponde vivir; pero sin aferrarnos a nada; porque a cada quien se le concedió un mundo interno para ser explorado o descubierto.
Observando y analizando cada una de nuestras actuaciones, podemos darnos cuenta de que hemos hecho nuestras; muchas carencias externas, y de forma “importante” permitimos que nos afecten y nos sentimos heridos o lastimados en nuestro amor propio e interno, por lo cual también esto nos genera un sentimiento de soledad inmenso. Nos auto descalificamos y no nos damos el valor que merecemos desde nuestra propia interioridad.
Siento y presiento que hace falta algo que nos obligue a reflexionar. No es una ayuda o enseñanza externa la que debemos buscar como solución a lo que nos agobia. Primero que nada debemos reconocer que somos responsables; tanto, de nuestros sufrimientos como de nuestra felicidad. No es a otras personas a quien debemos recurrir en busca de esa ayuda que tanto ansiamos…es a nosotros mismos a quien debemos buscar y encontrar; pues esa felicidad que decimos “nos han robado”, sigue estando con nosotros, dentro de nosotros y nunca se ha marchado; simplemente la cubrimos con una felicidad externa que no nos corresponde. Busquemos dentro de nosotros mismos y nos daremos cuenta que, desde lo más profundo de nuestro ser surge esa felicidad que SÍ, nos corresponde y que sólo nosotros podemos manejar responsablemente.
La felicidad es “algo” que nos pertenece cuando surge de nuestra propia interioridad y no es  “algo” que podemos exigir a otras personas…si queremos ser felices; entonces, es hora de descubrir y comprender que no debemos ni podemos aferrarnos, apegarnos, ni exigir la felicidad que otros nos puedan ofrecer; ya que esa felicidad simplemente se comparte y no tiene porqué convertirnos en sus esclavos.
No tenemos porqué recuperarla, porque no se ha ido…sigue estando allí, siempre lo ha estado y lo estará…de nosotros depende ser “Felices o Infelices” hacer las cosas “Fáciles o Difíciles” la elección es solo nuestra, de nadie más. Cada cual es dueño de su propia felicidad, nadie más es responsable.
Cuando decimos que nuestro corazón está lastimado es porque “NOSOTROS” lo hemos permitido. Es comprensible que cuando nos enamoramos; prácticamente entregamos todos nuestros sentimientos y emociones más profundos y se los dedicamos irreverentemente a ese ser que consideramos nuestro más grande y sublime amor; pero, eso tiene su precio y lo pagamos muy caro, cuando no comprendemos que la felicidad simplemente se comparte.
De nosotros depende sufrir o ser felices; la vida continúa y las cosas podemos hacerlas fáciles o difíciles para nosotros. Todo depende de nuestra madurez y del cristal con que veamos lo presente.
No le demos más importancia a lo que se aleja de nuestro lado; pues tal vez allí se nos esté ofreciendo una nueva oportunidad para crecer internamente.
La vida nos ofrece una sola oportunidad, ¿por qué perderla en cosas que no tienen importancia? nos preocupamos excesivamente por las cosas que no importan, de lo inútil, de lo que deberíamos apartar de nuestro lado y entregarlo al pasado; no deberíamos darle importancia a lo que entre otras razones NO TIENE IMPORTANCIA, todo pasa.


Mirna Castillo
19/01/2011
11:30 a.m